La primavera es la estación del amor. Su colorido y el buen tiempo hace que nuestro estado de ánimo cambie después del triste invierno. Triunfan  las celebraciones al aire libre,  cobrando la flor un protagonismo especial en cualquier celebración.

Es por ello que la primavera y las novias forman un tándem especial. Está demostrado que esta estación es la favorita para celebrar cualquier tipo de evento. ¿Las razones?….Los días son más largos, las temperaturas muy agradables y todo tiene más luz.

Comencemos con las tarjetas. Una invitación puede llevar intrínseca muchos mensajes, y  dará una pista a nuestros invitados de cómo será nuestro enlace.

 Miles de opciones hay, pero la más común quizás sea sobre liso y decoración interior  o  sobre liso y  tarjeta decorada. Si no queremos tanto color, le podemos dar un toque simplemente con el lacre,  es otra opción sencilla y elegante. 

Para seguir con la temática, tanto para  los meseros, marca sitios o las minutas podemos plasmar  nuestra  flores preferidas. Eso sí, teniendo en cuenta que vaya todo con la misma sintonía de color  y siempre teniendo como regla  esencial para no recargar mucho » lo menos es más». 

Después del invierno en el que prima la manga larga, las capas y los abrigos dejamos paso a los tirantes, espaldas descubiertas y escotes. La primavera  nos hace sentir felices y deseosas de lucir nuestra piel. Solo hay un inconveniente, ésta aún no está broceada, pero como ya sabéis, soluciones para este problema hay.

Si sois de las que os gusta la sencillez pero a la vez la originalidad, vuestro look será de un ¡ wow ! si le introducir flores en nuestro vestido.

No hay look completo sin  peinado y tocado. Según llevéis el pelo  suelto, recogido, semi o velo podréis llevar un tipo de flor u otra. Estas pueden ser naturales, preservadas, cerámica…

Y ya pasamos a la decoración, por supuesto no hay boda que no requiera un cuidado especial en  los espacios y no hay un aliado mejor para decorar que lo que nos brinda la propia naturaleza.

En las bodas religiosas, las iglesias cuentan con varias opciones para decorar, aunque depende mucho del estilo de la pareja y de la celebración en sí. A pesar de ello, en términos generales, la entrada al templo con arcos de flores y hojas, bien sea ocupando el arco completo o solo dos columnas es una decoración que aunque encarece mucho el presupuesto floral queda espectacular. Si vuestro presupuesto es más ajustado con unos jarrones o cestas con flores y verde queda muy bonito. Todo está en la decoración y la gama de colores que se elija.

Seguidamente podemos optar por decorar  los bancos y/o  pasillo. Hay párrocos que ponen alguna pega a la hora de ésta decoración pues estropea la madera o  entorpece la entrada y salida del cortejo nupcial.

Pero antes de empezar tenemos que tener muy presente que no podemos abusar de la flor ni de los colores. A veces el recargar mucho los espacios hace que se pierda de vista el resto de arquitectura , por el contrario, si queréis tapar algo feo qué mejor que hacerlo con flor.

El altar con el verde queda perfecto, pero si quieres un exceso de decoración prueba con flores sueltas o cestas.

Si ya sois de las que los pequeños detalles son importantes, fijaos en la arquitectura del  templo. Si es románico, las flores con formas redondeadas suelen ser una buena opción, tipo hortensias y rosas. Sin embargo en los templos góticos,  las flores en espiga, como los gladiolos o los nardos combinados con flores de tallo alto será perfecto para armonizar el escenario. 

Poco a poco van tomando fuerza las flores en las ceremonias civiles. Al igual que en  las religiosas, podemos decorar la entrada , recorrido y lugar de la ceremonia. En  este tipo de boda la libertad es mayor por lo que podemos jugar con los colores, temática y formas de las flores. 

El espacio juega un papel muy importante,  según dónde se vaya a desarrollar podemos integrar más o menos flor.

Siguiendo con la decoración del espacio pasamos a los córner, estos aparte de ser muy prácticos, ofrecen la posibilidad de personalizar aún más los detalles de la celebración. Para que queden más espectaculares, el verde y el color que proporciona la flor, harán de estos rinconcitos un ambiente especial.

Uno de los rinconcitos que cada vez se está tomando más en cuenta, y sobre todo en la primavera, es el córner de la floristería. Esto es un pequeño puesto de flores que ofrece al invitado hacerse su propio ramo.

Por supuesto no debe faltar la decoración de las mesas. Aquí es dónde las parejas ponen todo su interés; es el lugar en el que sus invitados estarán durante un largo rato  relajados y a la vez observadores,  con lo cual el mínimo detalle será evaluado con más detenimiento. 

Según la temática, color y el tipo de flor que nos han acompañado desde el inicio, así debemos decorar las mesas. 

Hace unos años la tendencia era mesas redondas, mantel blanco y centro floral redondo. Pero de unos años esto va cambiando, de las mesas redondas pasamos a mesas largas enfiladas ( como antaño) o cortas para pocos comensales. El mantel,  las servilletas y el menaje,  por si solos están tomando protagonismo con estampados y colores diversos. Y los centros florales pasan a ser caminos de mesa, aunque como he comentado antes, esto será según el tipo de boda, ya que si  es rústica los centros pasan a ser pequeños jarrones de cristal o cerámica con flores pequeñas y coloridas. 

Aunque la primavera es  una de las estaciones preferidas del año para decir ¡ SI QUIERO! tened en cuenta que cualquier época es ideal para uniros en matrimonio. Solo hay que dejar volar la creatividad y usar lo que la naturaleza nos brinda.

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