“Andábamos sin buscarnos,
Pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.”
(Julio Cortázar)
Lo sabemos, sí. Lleváis demasiado tiempo pensando, organizando, soñando con vuestra Boda y, de repente… ¿una Pandemia? ¡OMG, esto no nos puede estar pasando!
El dichoso coronavirus os ha hecho parar vuestros proyectos más inmediatos, vuestras ilusiones; en definitiva, ha logrado detener por completo nuestras vidas. Muchos de los que ahora nos leéis os habéis visto obligados incluso a cambiar la fecha de la Celebración –con todo lo que esto supone– hasta el próximo Otoño o Invierno.
En el mejor de los casos, si eres de las que decidiste contratar una Wedding Planner, vuestros quebraderos de cabeza se verán reducidos al mínimo, puesto que será ella la que se ocupe de posponer y reorganizar todos los preparativos que hasta hoy tuvieseis, pero ¿qué pasa con el vestido de la novia?
Si os casabais esta Primavera-Verano, ya lo tendrías decidido y comprado. Quizás os lo estuviesen confeccionando o, simplemente, saldría del taller para los últimos retoques y pruebas. ¿Qué ocurre entonces?¿Y si no es posible modificar o adaptarlo a las próximas temperaturas más bajas y frías?
Sobre todo, mantened la calma. Siempre podremos recurrir a los complementos. No todas las novias que se casan en invierno lo hacen con un vestido de manga larga y escote cerrado, es entonces cuando hay que jugar con capas, una blazer, los abrigos o las estolas. Dependerá del gusto y la personalidad de cada novia.
Desde hace algunos años las capas se han ido poniendo cada vez más de moda, son también el complemento perfecto para las que no queréis llevar velo –¡aunque no está reñida una cosa con la otra, eh!– Todas recordamos algunos diseños maravillosos que hemos visto en la alfombra roja y que podríamos adaptar al día de nuestra Boda.
Si bien es cierto que la capa, al ser un complemento muy llamativo y que ya por sí sola es bastante sugerente, lo aconsejaría para vestidos más sencillos –tipo lencero– con tirante fino y mucha caída, con cuello caja y manga metida, con escote asimétrico o sin hombros, pero siempre que no sean muy recargados tanto en el corte, como en el tejido.
Imaginaros lo ideales que hubiesen ido Carolyn Bessette o Alessandra de Osma con una capa sobre sus vestidos.
Otra opción para las más atrevidas y fashionistas es la “blazer”. Da un toque muy cool y sofisticado pero aquí también tenemos que tener en cuenta el vestido, no a todos les combina bien una americana. Os dejo algunas fotos para que os sirvan como inspiración y ayuda.
¿Y qué os parece esta propuesta de Elie Saab para las más cañeras? ¡¿Os atreveríais con una chaqueta tipo bomber?!

También para las más clásicas, la estola o bolero de pelo es la opción más adecuada. Tanto en un tono natural como en blanco puede sacarnos del apuro de no pasar frío en una boda de Invierno ¡y es facilísimo de adaptar al vestido! Aunque recordad que siempre es un acierto el “menos es más”, sobre todo el día de vuestra boda. Mi consejo es que no pequéis de exceso, ya tendremos tiempo de arriesgar más en cualquier otra ocasión.
Un abrigo bonito y calentito, más especial para ese gran día, puede ser la solución ideal para las que os habéis decidido por vestidos más elaborados. Os servirá en los trayectos, en la ceremonia, después en la celebración, y siempre os lo podréis quitar para lucir vuestro maravilloso vestido, al igual que ocurriría con este tipo de capa o manta más invernal que os muestro en las fotos.
Y para las que aún no tenéis el vestido o sí la posibilidad de modificarlo o, incluso, cambiar el modelo, aquí tenéis algunas novias de Invierno ideales que son pura inspiración, entre ellas Olivia Palermo que deslumbró con su dos piezas de falda de tul y encaje, combinado con cuerpo de punto. Sencillamente perfecta. ¿Y qué me decís del toque de color en los zapatos al más puro estilo Carrie Bradshaw? Divinos, ¿verdad? (Guiño).
Espero haberos ayudado y recordad que todo tiene siempre solución. Por favor, no os pongáis nerviosas. Tratad de divertiros con la moda y adaptarla a vuestros gustos y necesidades según el momento y la época del año para que, cuando llegue ese día tan especial como es el día de vuestra Boda, os sintáis maravillosas y especiales.
Ah, y disfruta(te) siempre.
Marta Sánchez Mo.
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